Como uno de los principales precursores de lo que es el Drum and Bass en Argentina, Bad Boy Orange tejió durante más de dos décadas un legado de este sonido que quedará por siempre en cada club albiceleste, gracias a +160, y en cada calle porteña, gracias a "La Bici Naranjita". En esta oportunidad tuvimos el placer de hablar con él, quien nos contó un poco sobre su carrera, proyectos y lo que le permitió estar vigente en la escena durante tanto tiempo.
¿Qué hace falta para destacarse como artista en la escena electrónica?
Para destacar como artista, lo esencial es tener algo verdadero que comunicar. El arte es una forma de conectar con las personas, de ofrecer compañía y desafiar lo establecido. Aquellos artistas que realmente dejan huella son los que ven el arte como una vocación de vida, no como un medio para alcanzar fama rápida. Se trata de compartir algo auténtico y único, algo que resuene a un nivel profundo con la audiencia.
¿Cómo ves la balanza entre talento y marketing en la música electrónica hoy en día?
El talento es la chispa que enciende la creatividad y permite conectar genuinamente con la audiencia. Sin embargo, en la era digital, el marketing tiene un papel crucial en cómo se consume la música. Aunque el marketing puede captar la atención, es el talento lo que mantiene el interés a largo plazo. Lo que realmente trasciende es la autenticidad del artista, algo que no se puede fabricar ni sustituir.
¿Cuándo es el momento de dedicarse por completo a la música?
No hay un momento exacto para dar el salto a la música como carrera. Para algunos sucede de forma inesperada, para otros es el resultado de años de esfuerzo. Lo importante es disfrutar el viaje, estar inmerso en la música y aprovechar cada oportunidad para crecer. Si la música es tu verdadera pasión, el momento llegará cuando menos lo esperes.
¿Qué impacto han tenido las redes sociales en la escena Drum & Bass de Buenos Aires?
Las redes sociales han revolucionado la forma de comunicarnos dentro de la escena electrónica. Antes dependíamos de flyers, pero hoy las redes han democratizado la comunicación, permitiendo que eventos como +160 lleguen a un público más amplio. Sin embargo, también han dado visibilidad a cosas superficiales que a veces pueden desviar la atención de lo que realmente importa: la música y la conexión auténtica con la comunidad.
En +160 hemos mantenido nuestras raíces y combinamos lo digital con lo personal, usando el mailing para mantener una comunicación genuina con nuestra comunidad.
¿Cómo nació +160 y cuál ha sido la clave para mantener su relevancia durante 22 años en la escena de Buenos Aires?
+160 nació de una pasión inmensa por el drum and bass y de la necesidad de crear un espacio para este género en Buenos Aires, donde en 2002 no existía nada similar. La clave para mantener su relevancia ha sido la autenticidad y el amor incondicional por la música. Hemos sabido adaptarnos a los cambios, pero siempre conservando la esencia y el espíritu original de la fiesta. La conexión profunda con la audiencia y el compromiso con la calidad en cada evento han sido fundamentales para sostener +160 durante 22 años.
¿Qué influencia crees que tuvo +160 en la expansión y aceptación del drum and bass en Argentina?
+160 fue pionero en abrir las puertas del drum and bass en Argentina. Desde el primer día, nuestra misión fue crear una plataforma donde este género pudiera florecer y encontrar su público. Creo que hemos logrado construir una escena sólida, inspirando a nuevas generaciones de DJs y productores. +160 no sólo impulsó la expansión del drum and bass en el país, sino que también mostró que, con dedicación y pasión, es posible mantener un espacio alternativo y de calidad en la escena musical.
¿Cómo viste evolucionar la escena local e internacional del drum and bass, y qué papel juega +160 en este contexto?
La escena ha evolucionado muchísimo, tanto a nivel local como internacional. Hoy en día, el drum and bass tiene una presencia global mucho más fuerte, y la comunidad sigue creciendo. +160 ha sido un referente en Buenos Aires, manteniendo un equilibrio entre lo global y lo local, y siendo testigo y parte activa de esta evolución. Nuestro papel ha sido el de ser un faro para la escena, ofreciendo un espacio donde lo mejor del drum and bass puede ser experimentado en su máxima expresión.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones que buscan dejar su huella en la escena musical?
Lo más importante es ser auténtico y seguir tu pasión. No te dejes llevar solo por las modas o las expectativas de los demás. Si encontrás algo que realmente te mueve, dedicale todo tu esfuerzo y corazón. La dedicación y el amor por lo que haces son lo que realmente marcan la diferencia. Nunca dejes de aprender y evolucionar, y siempre buscá conectar de manera genuina con tu público. Si lo haces, el éxito va a llegar como consecuencia de esa conexión real con tu arte y con la gente.
¿Cómo ves el futuro de la escena Drum & Bass en Buenos Aires?
La escena Drum & Bass en Buenos Aires está en constante evolución. En +160 llevamos 22 años ininterrumpidos, con más de 600 noches de pura energía. Nuestro objetivo es seguir creciendo de manera orgánica, sin perder nuestra esencia. Queremos que más personas descubran esta música, se enamoren de su energía frenética y bajos profundos, y se sumen a esta experiencia única.
¿El vinilo tiene futuro como herramienta para los DJs?
El vinilo tiene una magia especial, una textura y una autenticidad que lo hacen invaluable. Sin embargo, la tecnología digital ha abierto nuevas posibilidades que van más allá de lo que el vinilo puede ofrecer. La clave está en combinar lo mejor de ambos mundos, utilizando la tecnología para explorar nuevas fronteras sonoras mientras mantenemos esa conexión con lo clásico.
¿Cómo ha cambiado la organización de eventos en la escena electrónica en los últimos años?
La organización de eventos ha mejorado enormemente. Hoy en día, hay espacio para todos y una explosión de creatividad que hace que cada evento sea único. La escena es más diversa y accesible, lo que enriquece tanto a los artistas como al público. Es un momento emocionante para estar involucrado, con más herramientas y oportunidades para crear experiencias inolvidables.
¿Qué rescatas de la escena electrónica de hace 20 años en comparación con la actual?
De la escena de hace 20 años, rescato la autenticidad y la pureza del club de baile como espacio plural. De la escena actual, valoro la innovación y la diversidad de propuestas. La escena perfecta sería una fusión de la conexión profunda de antes con la creatividad y diversidad de hoy, donde la música de baile siga siendo el principal medio de comunicación.
¿Es necesario ser productor para destacar como DJ hoy en día?
La habilidad de ser un buen DJ radica en contar una historia única a través de la música. Si bien la producción puede añadir una dimensión adicional, la selección musical sigue siendo un arte en sí mismo. Un DJ que sabe conectar con su audiencia y transformar una noche tiene un impacto que trasciende. Ambas habilidades pueden coexistir y complementarse, pero lo que realmente importa es la pasión y la autenticidad.
¿Cómo describirías tu carrera hasta ahora?
Mi carrera ha sido como un tren que nunca se detiene, siempre explorando nuevos paisajes y desafiando límites. Ha sido un viaje lleno de pasión y resiliencia, creando una comunidad y manteniendo viva la llama de +160 durante más de dos décadas. Cada parada ha sido un momento de crecimiento, y sigo adelante con el propósito claro de compartir lo que amo.
¿De dónde surgió la idea de "La Bici Naranjita"? ¿Sentís que con esto lograste conectar a más personas con la música?
"La Bici Naranjita" nació de la necesidad de llevar la música al espacio público, donde todos puedan disfrutarla. Siempre creí que la música debe estar al alcance de todos, y la calle es el escenario perfecto para el Drum and Bass. Inspirado por una movida global de DJs que llevan su música en bicicleta, decidí fusionar mis pasiones: el ciclismo, el Drum and Bass, y la energía de las calles. Así surgió este proyecto, que no solo lleva música a lugares inesperados, sino que también promueve un estilo de vida activo y consciente. Con "La Bici Naranjita," no solo compartimos música, sino que conectamos con la comunidad de una manera única, generando bienestar físico y emocional. Y esto recién comienza, pronto estaremos rodando de nuevo!
¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando como DJ?
La pasión y la garra son esenciales, pero también lo son la paciencia y la constancia. Ser DJ no es solo mezclar canciones; es contar una historia, transmitir emociones y crear un ambiente especial. Con esa mentalidad, los objetivos se alcanzan, y cada set se convierte en una oportunidad para crecer y dejar huella.
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