Entrevista a Mariano Mellino
- 120
- 18 abr
- 15 Min. de lectura
¿Cómo estás? ¿Cómo te trata Córdoba desde que llegaste?
Re bien. Obviamente, Córdoba para mí, siempre lo digo, es como una casa. Para mí es hogar Córdoba, porque acá tengo muchos amigos y he vivido muchas experiencias muy fuertes para mi vida y para mi carrera.
Entonces, cada vez que vengo a Córdoba, es como que en realidad no solamente vengo a poner música, a hacer lo que me gusta, sino que vengo a encontrarme con la gente que quiero. Así que feliz, con muchas ganas de esta noche.
Estamos a tan solo horas de que hagas tu segundo Forja como artista principal de música electrónica, algo que hasta el momento el único artista argentino que lo había logrado fue Hernán Cataneo, lo que nos permite un poco dimensionar toda esta locura en la que somos muchos los que te conocemos, que nos gusta realmente mucho lo que hacés, pero también del otro lado de la pantalla hay un montón de gente que por ahí no te conoce, al menos todavía no te conoce, no conoce tu música. Si tuvieras que contarles quién sos, qué haces, ¿qué dirías?
Siempre digo que la manera de cómo yo vivo, cómo fui creciendo todos estos años y mi forma de ser y las cosas que me gustan y de la gente que me rodeo y demás, yo lo traslado a la música. Entonces, creo que si me quieren conocer por el lado musical, se van a encontrar con un artista que transmite todo lo que fue aprendiendo durante todos estos años. Y como persona soy un pibe re tranquilo que me gusta trabajar un montón y que me gusta estar rodeado de mi equipo, de la gente que quiero y ponerme objetivos todo el tiempo. Siempre voy en busca de algo más y me desafío a mí mismo a ver hasta dónde puedo llegar con la música y qué nuevos horizontes puedo tener con la música. Pero si no me conocen, creo que lo que tengo para decir de mí es que soy un pibe tranqui, muy apasionado por la música, y cuando estoy en el escenario me gusta transmitir lo que soy y regalarle a mi público un poquito de lo que soy yo pero transformado en música.
Hablando un poco de hasta dónde te trajo la música, ¿no? Pero si vamos un poco para atrás, ¿cómo llega la música a tu vida? Primero, ¿qué se escuchaba un poco en tu casa cuando eras chico y cómo te llega en particular la música electrónica?
En mi casa se escuchaba de todo, obviamente. Nosotros somos una familia donde estaba mamá y papá y tres hermanos más. Entonces, cada uno ponía la música que le gustaba en su casa. Entonces, de repente mi viejo en un momento estaba súper copado con Frank Sinatra y nosotros escuchábamos Frank Sinatra de chiquititos. Y hasta el día de hoy que yo escucho música de Frank Sinatra y me hace acordar a mi viejo. Después, mi hermano más en los 90 ponía otro tipo de música, mis hermanas lo mismo. Entonces fui creciendo escuchando un poco de todo. En mi casa se escuchaba de todo: desde folclore, música internacional, latina, de todo… y la música electrónica llegó en mi adolescencia. Creo que llegó justo en el momento que tenía que llegar, adonde yo estaba definiendo un poco lo que significaba la música para mí y qué me gustaba escuchar. En realidad, hasta el día de hoy me gusta escuchar un poco de todo también. Y la música electrónica llegó a mi vida en el momento justo porque vino para enseñarme una pasión. A veces digo “qué lindo que es haber encontrado lo que quiero hacer de tan joven”, porque hay gente que por ahí le lleva toda la vida ver qué quiere hacer y por ahí no lo descubre. La música electrónica vino en un momento crucial, donde había fallecido mi papá y, bueno, se alinearon un par de cosas que me hicieron que yo me agarre de la música electrónica y, a partir de ahí todo lo que vino después.
Acá entiendo que hubieron dos momentos claves en esto que te permitieron a vos soñar con ser un artista. Te escuché contar que el primero fue cuando una vez fuiste a ver a Sting y otra vez fue cuando fuiste a ver a Cattaneo. Y los dos momentos que por ahí te sorprendían o que vos valorabas un poco más era esa comunión, esa conexión que había entre el público y el artista. Ahora te pasa un poco que vos estás del otro lado y tenés una conexión realmente muy fuerte con tu público, con la gente que te sigue. ¿Qué te genera a vos estar hoy en el lugar que quizá antes soñabas y recibir todo el cariño que te da la gente?
Me pasa que ahora quiero estar del otro lado. A veces me gustaría dividirme y estar un poquito en la pista y un poquito poniendo música, ¿viste? La verdad que es un sueño porque fue el objetivo cuando yo me decidí. Primero decidir ser artista y poder tener ese cariño del público y darle al público desde lo que sabés hacer y desde tu experiencia o de lo que aprendiste. Poder hacer feliz a la gente o por ahí ayudarlos a salir de un mal momento, es una bendición que tenemos los artistas de todos los géneros, pero es la música la que lo logra.
Pero a mí me pasa eso, ¿viste? A veces flasheo y digo, “wow, ¿cómo puedo hacer, cómo puedo lograr algún sistema donde pueda estar poniendo música y a la vez estar en el público”, ¿viste? Te juro que me rompo la cabeza para decir, “¿cómo puedo hacerlo?” Pero, bueno, nada, estoy feliz, me tocó, me llegó después de trabajar un montón y, bueno, hoy estoy en el lugar donde creo que trascendí a tal punto donde puedo, esto que te decía, mi misión con la música y mi vida es hacer feliz a la gente. Y tengo mi principal herramienta que es poner música y voy por ahí.
Bueno, hablando un poco de todo este trabajo que vemos que hay por detrás y todo, tus abuelos llegan a Buenos Aires desde Nápoles, acá en Argentina tu familia un poco continúa todo ese legado laboral que había hace un montón de tiempo en el rubro de la pescadería. Y te escuché decir en alguna entrevista como que en tu vida siempre estuvo muy marcada la cultura del trabajo. ¿Sentís un poco como que todo ese legado de trabajo y de voluntad un poco se refleja en la dedicación que vos le pusiste y en la constancia que vos le pusiste a todo tu camino?
Sí, totalmente. Y creo que también lo pregono a eso y voy enseñándole también a las personas con las que yo tengo en mi equipo y agarramos este camino que todos los días estamos aprendiendo algo, pero en todo nuestro grupo de trabajo está como primicia o como prioridad el tema de trabajar. Nos gusta mucho trabajar, nos gusta sacrificarnos por lo que queremos y desde muy chiquitos que a nosotros mi familia nos enseñó la cultura del trabajo. Mis hermanos trabajan desde los 14 años, yo también empecé a trabajar a los 16 por ahí porque quizás ya nuestro rumbo como familia y el rubro estaba más elaborado. Entonces, a partir de los 16 yo terminaba el colegio y me iba a trabajar con mi familia. Siempre nos enseñaron a trabajar un montón para ganarnos lo que tenemos. Y el sabor es lindo, porque nadie me regaló nada, todo lo logré lo conseguí a pulmón. Obviamente me pasó mil veces que sentía que las cosas que querían estaban re lejos, pero por cabeza dura, por perseverante y por nunca bajar los brazos, de a poquito empezó a surgir todo. Pero sí, el trabajo siempre.
Y alguna vez contaste que cuando empezaste tu camino en la música, tu familia, digamos, te apoyaba con lo que entendía o con lo que podía, digamos, vos hacías tu camino... y de hecho tu papá que alguna vez te dijo, “si te vas a dedicar a esto, hacelo, pero hacelo bien”. Digamos, ¿qué significado tienen esas palabras en tu camino? ¿Y cómo te sentís hoy en día de poder compartir todos tus logros con tus más allegados, digamos, que me imagino que apuestan por vos hace mucho?
Y es un flash porque, sí, obviamente, imaginate que hace 20 años atrás para un pibe de Villa Madero, de mi barrio, que escuchaba música electrónica, éramos muy poquitos los que escuchábamos. No te miento, deberíamos ser un grupito de 10, 15 personas que escuchábamos. Y estábamos medio mal vistos en el barrio, porque los que escuchaban música electrónica “andaban en una”. Y la verdad que a nosotros nos gustaba, lo único que hacíamos era, íbamos a bailar, a escuchar una música que no estaba de moda o la gente no la entendía. Y pasaba que mi familia tampoco entendían. “¿Y cuándo cantan?” Me preguntaban, ¿viste? “En esta música que vamos a escuchar nosotros no canta la gente”. Entonces bueno, era todo muy loco, muy nuevo en esos tiempos, pero después mi familia obviamente, mi papá que venía de otra crianza y otra cultura como decíamos antes de trabajar todos, mi viejo con sus hermanitos de que tenían 4 o 5 años ya andaban descalzos en la calle vendiendo pescado, o sea ya de niños trabajaban en eso, en ese rubro y todos mis primos y todos mis hermanos crecimos en el mundo del pescado, es lo que sabíamos hacer y lo que nos enseñaron, pero con el tiempo me empezó a interesar esto de la música electrónica y ellos desde su lugar no entendían que por ahí uno podía trabajar de ser DJ, entonces bueno yo tuve que trabajar hasta los 30 en la pescadería y en otros trabajos también para poder hacer lo de la música también, porque si no tenía un ingreso que lo pueda sustentar, pero bueno nada con el paso del tiempo me acuerdo que por ejemplo a mi mamá yo siempre le decía cada vez que viajaba a visitar a mi hermana que vivía en Estados Unidos le decía “traeme unos auriculares, traeme un controlador”, siempre le decía algo porque de verdad en ese momento no había tantas cosas acá para producir música ni para tocar música y me acuerdo una vez le pedí unos parlantes que me traiga dos parlantes que pesaban una barbaridad y la mina tuvo una demora de ocho horas de escala y andaba con los parlantes por todo el aeropuerto yendo y viniendo y bueno todos desde su lugar me estaban ayudando a que yo pueda construir mi sueño de vivir de la música y lo que decías antes, mi viejo me dijo que si yo me quería dedicar a esto que lo haga de verdad, que lo haga fuerte, con el corazón. Él no entendía mucho y me acuerdo creo que lo he contado en alguna entrevista que nos sentábamos, yo que me había comprado una bandeja de vinilos y nos sentábamos en la cama y yo le mostraba, le digo: “Mirá, ¿ves? yo le pongo la púa, da la vuelta, sale la música y él miraba y los vinilos viste hacen así, tienen una ondulación. Entonces mi viejo me decía “te estafaron, porque se mueve” decía, y yo le decía: “no, quedate tranquilo, es así”. Bueno, y en esas charlas locas que teníamos con él, él muy fanático de la música, me decía me acuerdo que me dijo dos frases que fueron muy importantes: primero me dijo “si te vas a dedicar a esto, yo quito que te ganes un Gardel”, me dijo, que en ese momento el Gardel ni aplicaba para la música electrónica, ahora sí.
Un visionario, en ese sentido…
Claro o sea lo inventó él; y después me dijo una frase que me acuerdo como si fuese el día de hoy que me dijo: “La diferencia entre los exitosos y lo que no lo son, es que los exitosos se animaron a hacerlo”, y a mí eso me marcó la vida, porque yo estaba recontra lleno de miedo, de inseguridad y de montón de cosas, porque no sabía si iba a poder lograrlo, si me podía dedicar a la música, pero esa frase siempre estuvo ahí muy firme.
Qué clave esa enseñanza porque bueno como decís, venís de Villa Madero, de un barrio de la Matanza, que siempre laburaste un montón para ir en busca de lo que soñabas y nunca abandonaste eso y hoy en día estás por todo el mundo compartiendo tu música, viajando. En este sentido, ¿qué mensaje vos le podrías dar por ahí a los chicos o las chicas que por ahí tienen un sueño o alguna pasión y por miedo a no intentarlo o por miedo a fracasar ni siquiera lo intentan?
Bueno yo creo que para estas cosas me parece que le ha pasado también a los grandes artistas o deportistas o lo que vos quieras que han hecho historia, me parece que siempre lo importante es rodearse de gente que te empuje para adelante. No importa lo que vos querés. Si querés pintar una pared bueno siempre va a haber algún amigo que te va a decir “pintalo tranquilo que va a quedar re linda”, y siempre va a tener alguno que te va a decir “no, no pintés la pared”, o no sé que… entonces me parece que principalmente es que uno tiene que hacer lo que le gusta.
Y hoy por hoy es todo tan efímero y pasa todo tan rápido que por ahí los artistas o los chicos quieren muy al poquito tiempo que se están dedicando a esto por ahí quieren ser como Hernán, como Marian o como Sasha, Digweed o como Solomun, y eso lleva muchos años. La verdad que es un trabajo de muchos años y ellos también pasaron por un montón de cosas para llegar a quienes son, pero que vayan disfrutando el camino, que vayan disfrutando el camino que se vayan rodeando de gente linda, que los cuide, que los apoye… que nunca dejen de hacer lo que les gusta porque ese es el fin.
Hoy está de moda o todos decimos la palabra “es una carrera, mi carrera, mi carrera”, y no es una carrera, la verdad. Creo que ahí está el problema, que no es una carrera, es un camino. Porque por ahí una carrera porque una carrera te lleva a acelerar los momentos o las cosas y hay que ir disfrutando todo el proceso.
Ayer justamente hablábamos de streaming con los chicos y decía yo me acuerdo tengo una foto que me pasaron que una de las primeras veces que estaba tocando en el cumple de un amigo y yo estaba poniendo música y estaban todos sentados, y yo estaba feliz porque estaba poniendo música para todos sentados. Y yo decía “y bueno, alguno se va a levantar y de repente se levantó uno y se levantó otro y de repente se armó la pistita y yo estaba chocho”. Entonces que disfruten también esas cosas de todo lo que va pasando en el momento porque la verdad que después cuando son más grandes y pasa el tiempo te acordás de eso, yo me acuerdo de todo, yo me acuerdo de todas las cosas que viví las lindas, las no lindas…
Me acuerdo que uno de los peores momentos que me pasó con la música fue en uno de los primeros eventos así digamos “oficiales” que iba a tocar en un boliche, que esa persona se debe acordar seguramente porque a mí me ha hecho mucho daño con este gesto, es que yo iba a poner música… había invitado a todos mis amigos porque era el día del amigo y había venido una banda de chicos de amigos a festejar el día del amigo conmigo y cuando llegó el momento de tocar me dijeron “No marian, ¿sabés qué? no vas a tocar porque va a tocar el muchacho que es el dueño de los equipos”, entonces a todos le va a pasar esas cosas medio frustrantes pero que de ahí tomen carrera viste que todo eso le sirva como impulso.
Recién nombrabas a Hernán Cattaneo, sin compararte con él ni mucho menos… ¿sentís que los une como este legado de querer ir allanando el camino para otros artistas que quizá vienen detrás y que puedan tomar conciencia de que es posible este sueño de vivir de la música y de vivir de esto?
Sí, creo que en eso coincidimos totalmente porque así como a mí me pasó con Hernán y como a muchos artistas de Argentina nos pasó con Hernán, creo que los que seguimos tenemos que dejar un legado similar al de él o esta idea de implantarle a los artistas argentinos que se puede vivir de la música y que se puede viajar por el mundo siendo argentino, que se puede llegar a tocar como me pasó a mí, por ejemplo. La otra vez través en Mendoza fui el primer argentino que tocó para 70 mil personas en la calle o no sé me tocó también ser el primer argentino en llenar un Mandarine Park.
Bueno, esas cosas creo que me han pasado a mí pero también que sean disparadores para muchos chicos viste, que así como yo pude, como lo logré, cualquiera lo puede lograr. Obviamente hay que trabajar, hay que ponerle corazón, garra, estar bien rodeados, dar los pasos bien dados y demás, pero no es que vengo de otro planeta.
Más o menos…
Más o menos, ¿no?, pero lo que me pasó a mí le puede pasar a cualquiera y que trabajen para lograrlo.
Hoy estamos acá en Córdoba para una fecha que va a quedar en la historia, pero particularmente y teniendo en cuenta esta cercanía que tenés con el público pero ahora particularmente te quiero preguntar de tu experiencia en el Cosquín Rock, ¿cómo lo viviste? Pero teniendo en cuenta que, primero, que es un festival mucho más masivo donde por ahí te escucha gente que por ahí no es la misma que te va a ver a tus shows y también teniendo en cuenta y siendo consciente de todo este terreno que va ganando la música electrónica tanto en el festival de Cosquín, que es el más grande de Latinoamérica, como en otros festivales también. ¿Cómo estuvo eso?
La verdad que la experiencia de Cosquín fue alucinante y ojalá pueda repetir un montón de veces porque a mí me encanta. Primero que te den el espacio a la música electrónica dentro de un festival tan grande y poder poner la música en el lugar donde se merece, que estás rodeado de los grandes exponentes argentinos e internacionales. Me parece que está buenísimo que nos hayan dado ese espacio para que podamos ir y compartir con artistas de todos los géneros. Me pasó algo muy loco porque yo por ahí vengo de un mundo que es la música electrónica y demás y no lo sé pero de repente me crucé con un montón de bandas y era como “Marian, te fuimos a escuchar”, y yo digo “¿en serio?, ¿cómo puede ser?”; “sí, somos re fanáticos tuyos”. No voy a decir nombres pero me pasó en el patio de artistas con muchos artistas de cruzarte, darte un abrazo, que te digan “che, qué bueno que estás haciendo, me re copa, mándame música, vení a escucharnos”, y se produce algo muy lindo, un ida y vuelta entre artistas de muchos géneros. Y está buenísimo para mí, la verdad que representar la música electrónica en un festival así tan importante, que aparte lo llenamos. El escenario lo llenamos a pleno. Cuando terminó en el Cosquín terminó Conociendo Rusia, se desarmó obviamente… todo el público se fue y con Sole, con Gia y no había nadie, y digo “uy che, que venga la gente por Dios”, y de repente empezó a caer la gente, porque obviamente Cosquín es muy grande, tardar en llegar la gente al escenario y de repente no sé deberíamos tener 20.000 personas en el escenario de Cosquín haciendo música electrónica, y eso es historia. Y eso habla de justamente de público de Córdoba y todo el país lo que apoyan a la música electrónica. Hoy la música electrónica obviamente es un género de música que hasta incluso convoca muchas veces más que otros géneros musicales, entonces el respeto que se merece eso está plasmado en estos festivales. Lollapalooza también pone música electrónica, el Bandera me tocó cerrarlo el bandera después de Babasónicos de El Kuelgue, de Dillom, de grandes artistas, de Trueno, también que participó, me tocó cerrarlo a mí al Bandera, entonces los festivales están dándole el espacio a una música que creció en todos estos años, que se merece el lugar que tiene, y eso está buenísimo.
Me hablabas recién un poco de la confluencia de los géneros que hay, que vos marcás o tenés una apertura interesante con esto, que está bueno.
Yo como artista lo que busco de mí justamente es bucear en nuevos horizontes, en nuevos géneros, y nunca va a ser faltándole el respeto de la música que hago hace 20 años. Me parece que hay que relajarse con eso porque está buenísimo y yo como artista no quiero llegar a los 60 años y quedarme con dudas de qué podría haber pasado si hacía algo con este artista o con el otro. Yo voy por todo, con la música voy por todo y ese es mi fin.
Estoy en esto para crecer como artista y también me parece que los que son realmente fans de Mariano Mellino se merecen que Marian también vaya por algo más, por algo más grande y por algo distinto, sin faltarle el respeto a nadie, de vuelta lo mismo. Y después están los seguidores, que los seguidores de repente no les gusta y te dejan de seguir y está todo bien, y encima te insultan. Entonces yo hago música para mis fans, hago música para la gente que le gusta lo que hago y me puede salir bien o mal pero jamás le voy a faltar el respeto a la música.
Entonces creo que ahí está el tema. ¿Y que pasa si un artista como Trueno, un pibe que suena en todo el mundo, que tiene seguidores en todo el mundo, que la rompe… no voy a hacer un track con Trueno porque por ahí a alguien no le gusta? No, lo voy a hacer. Y si viene, no sé, por decirte… Babasónicos y me propone hacer algo, ¿cómo no lo voy a hacer con todo lo que significan ellos para la historia de la música argentina?
Sería épico una colaboración, con los dos.
Claro, y así como eso hay muchos artistas nacionales e internacionales que me encantaría hacer música con ellos y si se me presenta la oportunidad lo voy a hacer.
Ojalá que así sea, que acá estamos expectantes para escucharlo.
Bueno, pero por eso, pasa eso: capaz que hay mucha gente que está expectante esperando que yo haga algo distinto y hay mucha gente que está expectante que lo haga para bardearme. Pero es así, entiendo que el juego es así.
Bueno Marian, te agradecemos por haber venido. Hace 20 años que estás con la música, me imagino un camino largo. La importancia también de que seas un artista que todo el tiempo está buscando nuevos objetivos, que soñás con nuevas cosas y que cada vez te consolidas más. Y felicitaciones por todo este camino, te merecés el Forja de hoy y te veo ahí.
Nos vemos ahí disfrutando. Gracias Córdoba, los quiero mucho. Gracias siempre por recibirme con las puertas abiertas, por hacerme sentir como en casa y los llevo en el corazón siempre.